atardecer
El, señor de la luz,
Cual ariete celestial
En pos de ella va,
Su embestida, total
Ella se mece y mece
Al compás del viento,
Alza sus brazos
Con agitadas caricias
Quien podrá detenerlos
Él, ya la alcanza
Ella, parece más agitada,
Solo resta avasallar.
Cual voyeristas, impávidos,
Con sucesivas emociones
Aprieto más su mano y…
Observo, solo observo
Soltando mi mano,
Busca mis ojos,
Saturados de multicolores destellos,
Sellando mis labios, con su húmedo aliento
Sus dedos indagan por mis cabellos,
Lo busco,
Él ya no está, Ha partido
Solo ella, menos agitada
Alarga sus caricias,
Sobre una cómplice alfombra.
Yhallo
Etiquetas: cuentos
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