miércoles, 17 de marzo de 2010

baja servis

Una embriagues en mi pecho
No de besos
No de licor
Son las llamas del infierno
Que en mi alma hicieron lecho

Hoy la tristeza, expulsa mi gozo
Ayer, por huellas de letanía verde
Es la fuerza de tus lánguidos ojos
Es tu destellante luz
Que encandila mis fuerzas
y viajo anhelante por senderos de champagne

Acostumbrado a mirar las estrellas
Mis ojos en la árida tierra
Rumiando momentos, nuestros momentos
De que vale la vida
si tu ausencia martiriza y no hallo contento

Para mostrar el amor de un anhelante corazón
Solo resta rasgar mi pecho
Ofrendar en un último pálpito
un cúmulo de caricias y besos
En la distancia reprimidos.


Yhallo


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